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Rusia vs. Ucrania: lo que puede afectar a Brasil

Liana Lourenço Martinelli
17 Mar 2022

Como era de esperar, la guerra en Ucrania puede afectar significativamente al comercio exterior brasileño, aunque el flujo comercial con Rusia no sea significativo. A pesar de ser el noveno país más poblado del planeta, Rusia ocupa solo el 36º lugar en la lista de naciones que reciben más productos brasileños. En 2021, Rusia importó $1.7 mil millones en bienes de Brasil, principalmente relacionados con el sector agrícola (soja y carne). Por otro lado, es el sexto país que más exporta productos a Brasil, con $5.7 mil millones en 2021, según datos del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios (MDIC).

Sin embargo, el sector de mayor preocupación está relacionado con los fertilizantes químicos y los abonos, que representan más del 60% de todas las compras de Brasil a Rusia. Rusia es el principal proveedor mundial de estos insumos. Este sector es tan importante que fue la razón por la cual el presidente brasileño, incluso ante la inminente declaración de guerra de Rusia a Ucrania, visitó Moscú. Esta acción puede ser interpretada ahora como un desafío a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE), los socios más importantes de Brasil en el contexto del comercio exterior.

Hoy en día, Rusia es el principal socio comercial de Brasil en el sector de los fertilizantes, siendo responsable del 23% de nuestras importaciones, especialmente de fosfato monoamónico, potasio y urea. Para reducir esta dependencia, existe la perspectiva de que una empresa rusa pueda reactivar una planta de fertilizantes en Mato Grosso do Sul. Sin embargo, la expectativa para 2023 es que Brasil pueda duplicar su volumen de importaciones de Rusia, siempre que no haya desarrollos negativos en la guerra de Ucrania, como sanciones de la OTAN, la UE e incluso los Estados Unidos.

Inicialmente, la crisis actual podría tener un impacto positivo solo en un sector de la agricultura. Ucrania es el cuarto mayor exportador de maíz del mundo, y si se aplican las sanciones previstas, los países europeos se verán obligados a buscar grano en otros mercados, incluido Brasil. En la actualidad, Rusia y Ucrania representan una quinta parte de las exportaciones mundiales de maíz (18%). Lo mismo podría ocurrir en otros segmentos: ambos países representan un tercio de las exportaciones mundiales de trigo (28%) y el 80% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol.

Sin embargo, estos posibles beneficios no compensarán las pérdidas que puedan surgir de esta crisis. Si las agresiones y las represalias persisten, los costos logísticos y de flete pueden aumentar, con impactos directos en el comercio exterior, que afectarán principalmente a los insumos industriales que Brasil suele importar de Europa del Este. Sin mencionar que el aumento de los precios de las materias primas puede empeorar. Es importante recordar que Brasil produce soja, pero depende de fertilizantes de Rusia y otros países para preparar el suelo y aumentar la productividad del cultivo.

Tampoco debemos olvidar que el mundo ya estaba lidiando con los problemas causados por la pandemia de coronavirus (COVID-19), y se esperaba que para la segunda mitad de 2022, se resolviera la crisis de contenedores. Sin embargo, si el conflicto se intensifica e involucra a otras naciones, la cadena logística mundial y el transporte marítimo podrían verse aún más afectados. Por ahora, existe mucha incertidumbre sobre los resultados de la guerra, pero la esperanza es que los líderes se sienten a la mesa de negociaciones en busca de una solución pacífica. Lo que favorece esta expectativa es que el comercio exterior está ampliamente distribuido, lo que contribuye a que las medidas de represalia no se tomen precipitadamente.

Es importante señalar que los países de la UE dependen en gran medida del gas importado de Rusia, y cualquier interrupción en este flujo comercial afectaría significativamente a sus poblaciones. Por lo tanto, se prevé que, si las sanciones productivas provienen de Europa y los Estados Unidos, serán suaves, más para marcar una posición. En cualquier caso, no podemos evitar prever una desaceleración global con repercusiones en la economía brasileña. Tiempos más difíciles se avecinan.


Liana Lourenço Martinelli, abogada, posgrado en Gestión Empresarial y Comercio Internacional, es Gerente de Gobierno Ambiental, Social y Corporativo (ESG) del Grupo Fiorde, compuesto por Fiorde Logística Internacional, FTA Transportes, Almacenes y Barter Comercio Internacional. Correo electrónico: lianalourenco@fiorde.com.br. Sitio web: fiorde.com.br.

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