São Paulo – Un estudio realizado por la Agencia Nacional de Transporte Hidroviario (Antaq), con la participación de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, una agencia alemana de cooperación técnica, muestra que la amenaza de vendavales acecha a siete puertos brasileños, incluido Santos, el más grande de América Latina y responsable del 27% del comercio internacional del país. Según el estudio, en 11 de los 21 puertos investigados, se estima que el aumento del nivel del mar plantea riesgos altos o muy altos a partir de 2030, lo que podría convertirse en un obstáculo para futuras instalaciones portuarias en la costa brasileña.
Según la Antaq, los impactos en las operaciones portuarias debido al cambio climático ya son una realidad y, si se mantienen las condiciones actuales, hay una tendencia al empeoramiento. Por lo tanto, está claro que se deben adoptar medidas para prevenir o reducir la posibilidad de desastres debido al cambio climático. Como muestra el estudio, la ocurrencia de vendavales, tormentas y resacas puede llevar a la interrupción de la navegación en las regiones portuarias e incluso a la inundación de patios de terminales y áreas cercanas, como zonas urbanas.
Los puertos considerados de alto o muy alto riesgo de vendavales son Imbituba-SC, Santos-SP, Recife-PE, Rio Grande-RS, Salvador-BA, Paranaguá-PR e Itaguaí-RJ. La proyección es que para 2050, 16 puertos públicos brasileños puedan estar en estas condiciones. Por lo tanto, preparar al país para enfrentar este tipo de escenario es una tarea para los gobiernos de todos los niveles, las autoridades portuarias, la Antaq y otras agencias reguladoras. En este caso, el proceso en curso de privatización de puertos, que comienza con la anunciada privatización del puerto de Vitória-ES y la concesión de 12 terminales en 2021, comienza a preocupar a todas las empresas que operan en el ámbito del comercio exterior.
Como se sabe, la transferencia de operaciones al sector privado suele conducir a una mayor eficiencia en los servicios portuarios, pero no se puede olvidar que todo inversor tiene, en primer lugar, el objetivo de garantizar el retorno de su capital y luego el mayor beneficio posible. Por lo tanto, esperar que la iniciativa privada tome medidas centradas en el desarrollo urbano sostenible no es más que un sueño de verano.
Obviamente, tareas de gran magnitud como aumentar el calado de los puertos o los trabajos de dragado de los canales en el estuario seguirán siendo responsabilidad del Estado, pero no se puede pasar por alto que estos impactos ambientales sin duda aumentarán los costos de los complejos marítimos e incluso la durabilidad y resistencia de las instalaciones y la infraestructura portuaria. Todo esto sugiere que las tarifas portuarias pueden experimentar aumentos significativos, con costos que se trasladarán a importadores y exportadores, lo que podría afectar las cifras de nuestro comercio exterior.
En cualquier caso, esta preocupación expresada por la Antaq con el estudio mencionado ya está bastante atrasada, ya que las primeras obras de defensa portuaria contra eventos externos datan de la década de 1980 y se realizaron en el Reino Unido y los Países Bajos. En otras palabras, este tipo de estudio debería haberse realizado aquí hace al menos tres décadas, lo que pone de manifiesto la falta de planificación en el sector portuario.
Además, para no afirmar que nunca ha habido ningún análisis sobre el tema, cabe recordar que en 2015, la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República preparó el estudio «Brasil 2040», que discutió las consecuencias del cambio climático y el aumento del nivel del mar. Sin embargo, hasta el día de hoy, no se sabe de ninguna reacción o ejecución de trabajos por parte de las autoridades portuarias.
Como señala la Antaq en su estudio, los puertos son responsables del 95% del flujo de comercio exterior del país, movilizando R$ 293 mil millones al año, equivalente a aproximadamente el 14,2% del Producto Interno Bruto (PIB). Razón más que relevante para que el gobierno federal preste mayor atención al sector.
Liana Lourenço Martinelli, abogada, posgraduada en Gestión de Negocios y Comercio Internacional, es Gerente de Relaciones Institucionales del Grupo Fiorde, compuesto por las empresas Fiorde Logística Internacional, FTA Transportes y Almacenes Generales, y Barter Comercio Internacional. Email: fiorde@fiorde.com.br. Sitio web: fiorde.com.br
Volver al Blog